Guerra Civil Española y Guerra Civil Griega

 GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939) Y GUERRA CIVIL GRIEGA (1941-1949).

La guerra civil española y la guerra civil griega tienen en común, principalmente, que son conflictos sucedidos en la edad contemporánea. Ambos se originaron debido a problemas internos, en concreto la rivalidad entre monárquicos y republicanos, y la instauración de la dictadura del General Primo de Rivera, en el caso de España, y la del General Metaxás, en el caso de Grecia. Además, la resolución de estas guerras dependió de los intereses de Reino Unido, en ambos países, y de Estados Unidos en el caso griego. La guerra civil española tuvo lugar antes del estallido de la II Guerra Mundial, por el contrario, la griega fue uno de los últimos conflictos de esta guerra.

 


En el siglo XIX, los acontecimientos políticos internos y la crisis económica provocaron que la política exterior en España estuviese muy desorganizada, fue el último país en reconocer a Grecia como estado independiente. La sublevación del ejercito español en 1936 tuvo gran acogida por el gobierno británico. Este interés o inquietud, por los asuntos españoles se debía principalmente a dos razones; por un lado, la preocupación por el futuro de los intereses económicos británicos en España y, por otro lado, el miedo por el futuro de Gibraltar, que para los británicos era fundamental para controlar los intereses coloniales y su política mediterránea. Desde el primer momento quedó claro que los republicanos no tendrían ningún tipo de apoyo por parte de Reino Unido. Finalmente, apostaron por la neutralidad, pero no podía ser declarada oficialmente, ya que significaría el reconocimiento del bando sublevado como combatiente, lo que no hubiese sido admitido por la mayoría de la población británica, y optaron por una “neutralidad tácita”, que favorecía a los militares, que además contaron también con la ayuda de italianos y alemanes. Las unidades marinas republicanas no pudieron suministrar combustible ni en Gibraltar ni en Tánger, y esto mostró claramente cual era la posición británica en el conflicto español. La Guerra Civil fue un conflicto “molesto” para algunas colonias de Francia, Reino Unido o Alemania por varias razones, ya que los ejércitos de Hitler y Mussolini intervinieron en ella, volcándose en el apoyo a los militares sublevados y proporcionándoles armas. Por otro lado, la Unión Soviética rompe el pacto de “no intervención” junto con México y ambos le proporcionan material militar al bando republicano. El conflicto acabó el 1 de abril de 1939, y meses más tarde, el 1 de septiembre de este mismo año, las tropas alemanas invaden Polonia y comienza así la II Guerra Mundial.

En 1940 las tropas griegas derrotaron a las tropas italianas en la frontera con Albania, que supuso la primera derrota del Eje en la II Guerra Mundial. Grecia, que era un país aliado con Gran Bretaña, por tanto, uno de los países vencedores, sufrió en 1941 la ocupación de su territorio por parte de las tropas alemanas, italianas y búlgaras. Ese mismo año el ejército griego, reforzado por las tropas británicas, fue totalmente derrotado por las tropas alemanas. Se crearon dos frentes, por un lado, el ELAS (Ejército de Liberación Nacional Griego) y, por otro lado, el EDES (Liga Nacional Democrática Griega). El enfrentamiento político y militar de ambos frentes fue considerado como primer acto en la Guerra Civil griega. Desde el primer momento la participación del Reino Unido era vital para el bando del EDES, que sin el apoyo británico hubiese sido inmediatamente derrotado por el ELAS. Dentro del país, el pensamiento que dominaba era el claro rechazo a la monarquía. El ELAS tenía el control de Grecia, pero para evitar un enfrentamiento con los aliados, decide implantar un gobierno monárquico sin apenas apoyo social, en cualquier caso, el enfrentamiento era inevitable. Además, dentro de la resistencia había ciertas diferencias entre los que querían hacer valer ante los británicos la organización del país, y los del KKE (Partido Comunista Griego), que defendían que el acuerdo con los británicos era clave e inevitable, y que un enfrentamiento solo serviría para conseguir la postura política más ventajosa en cuanto a la posguerra. Al final optaron por una negociación con Reino Unido ya que pensaban que el gobierno británico podría hacer de intermediario entre la antigua y la nueva Grecia. El primer enfrentamiento entre el ELAS y las tropas británicas fue en 1944, durante la sublevación de Atenas, aunque finalmente este conflicto se disputó entre Atenas y el EDES y se considera el segundo acto de la Guerra Civil griega. De nuevo, la intervención de Reino Unido fue fundamental para la supervivencia del bando que representaba los intereses de la Grecia conservadora y monárquica (el EDES). El desenlace de este enfrentamiento fue la derrota del ELAS (en realidad el KKE). Finalmente, los comunistas aceptan la disolución del ELAS a cambio de mantener el funcionamiento legal del partido. A finales de 1946 se creo el “Ejército Democrático”, claramente comunista, que supuso el principio del tercer acto que fue el más largo y el más duro de la Guerra Civil. Concluye en 1949 con la victoria del bando gubernamental, apoyado por el Reino Unido y los Estados Unidos. El control de Grecia por los británicos supuso un problema de Estado, ya que fueron criticados en los medios de comunicación de la Unión Soviética. Los soviéticos veían el conflicto griego una molestia, al igual que la Guerra Civil Española unos años antes.

 

 


Estos dos conflictos que en un principio parecían paralelos tienen mucho en común. Las causas de estas guerras se encuentran en sus respectivos desarrollos históricos, las “dos Españas” y el dualismo cultural griego, y ambas son solucionadas por los intereses estratégicos de potencias superiores. Separados por una década, y a pesar de las diferentes circunstancias históricas de estos conflictos, los vencedores coincidían en resaltar la victoria sobre los comunistas, aunque en el caso de Grecia, la victoria no fue sobre el comunismo realmente, sino sobre la incapacidad de los comunistas de mantener un movimiento democrático frente a los monárquicos apoyados por el Reino Unido y los Estados Unidos. En el caso de España, eran un grupo minúsculo cuando se proclamó la II República y fue poco a poco creciendo a partir de la sublevación militar, en gran medida por ser el partido que se identificaba con la Unión Soviética. En el caso de Grecia, el KKE se convirtió en el protagonista de la resistencia, principalmente debido a que las demás fuerzas políticas o estaban exiliadas o encerradas en sus casas esperando a que los tiempos mejoraran. Por último, otra de las coincidencias que cabe señalar es que ambos conflictos desembocaron en regímenes no democráticos. En España, como consecuencia de la Guerra Civil se instauró la dictadura del General Franco de clara e indiscutible orientación fascista, que durará 40 años gracias al apoyo norteamericano que, ante el enfrentamiento con la Unión Soviética en la Guerra Fría, valoró el régimen franquista como un eficaz aliado. Sin embargo, en Grecia fue diferente, ya que la forma de gobierno era una monarquía parlamentaria con una constitución que reconocía y defendía los derechos fundamentales de los ciudadanos. Los problemas internos, tanto políticos como sociales, que ya estaban presentes en la guerra civil, desembocaron años mas tarde (en 1967) en la Dictadura de los Coroneles. La caída de esta dictadura y la instauración de un régimen democrático, como en el caso de España, significó la victoria de muchos de los valores defendidos por los bandos perdedores en ambas guerras civiles. Los dos procesos de transición a la democracia, tanto el griego en 1974 como el español en 1977, coincidieron en la reincorporación de los respectivos partidos comunistas en los dos países. 


En conclusión, la Guerra Civil española y la Guerra Civil griega, son conflictos que dan pie al inicio y al final de la II Guerra Mundial, respectivamente. Esta guerra supuso una nueva reordenación del mundo. En España, tanto Francia como el Reino Unido, que eran potencias democráticas, renunciaron a la República Española para evitar un conflicto con Alemania, y permitieron la instauración del régimen franquista. En Grecia, la intervención británica y más tarde la norteamericana, fue la consecuencia del entendimiento entre los aliados y se puede decir que el conflicto fue una preparación de la Guerra Fría. 

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